Hace 500 años entre los “conquistadores de
América” se discutía si los indígenas tenían alma. Hace 300 años los jacobinos
se cuestionaron el poder divino de los reyes. Hace 120 años se discutía si las
mujeres podían tener el “poder” de votar. Hace 50 años los afro descendientes
comenzaron a disputar sus derechos civiles. Hace 30 años comenzó la liberación
sexual. Hace 15 años los homosexuales comenzaron a reclamar sus derechos. Ahora
es el turno de la liberación animal.
En la actualidad ya se comienzan
a levantar voces cuestionándose la ética y funcionamiento de los zoológicos, la
pequeña jirafa de Copenhague que se convirtió en alimento para los leones, por
capricho del zoológico o la muerte por el calor que sufrió un oso polar un
zoológico de argentina son una de las
tantas pruebas de crueldad que existen en estas cárceles para los inocentes
animales.
Si hay situación más denigrante
para un ser es su privación de la libertad. Tanto humanxs como animales sufren
detrás de las rejas añorando su libertad. Pero la condena animal es muchísimo
peor que la sufrida por los humanxs, solo por el hecho de ser exóticos
animales, son capturados y encerrados en estos bastiones de la tortura, con
fines “educativos” y “recreativos”.
La inocencia animal se perturba
constantemente detrás de los barrotes, el agresivo ambiente en el que se
desenvuelve su paupérrima vida los estresa, no es por casualidad que la gran
mayoría de la población animal de los zoológicos se encuentre en tan deplorable
estado, solo basta con mirar sus pelajes y sus estados de ánimo para saber el
tormento que pasan ahí. Lamentablemente la ceguedad humana, hace caso omiso de
estas atrocidades. Si solo pudieran hablar sobre su cautiverio.
Ningún ser vivo merece ser
prisionero de los caprichos de otros, nadie puede estar sobre el otro dominándolo
y humillándolo.
¡!A detener toda opresión!!
Por la liberación total