Archive for septiembre 2014

Contradicción.

Quemame.
Hazme mierda.
Hazme reír,
Hazme algo...
Corta mis muslos
Corta mis venas.
Mienteme,
Provocame...
Escupe y eyacula.
Promete...
Sigue prometiendo.
No pares nunca.
No cumplas.
Quedate a kilómetros de mi...
Conspira,
Vuelve.
No vuelvas.
Sacame la ropa
Sacame el odio y
El asco que siento.
Tomemos vino y follemos.
Caigamos en el vacío, en el silencio eterno.
Dejame la herida sangrando
Deja el cuchillo intacto.
(No lo toques)
Borrame, como siempre.
Yo te creí...
Te la compre.
AHORA
Leeme  yo te escribo.
Deja mi locura.
No la toques,  no me cambies.
No me domestiques...
Besame y tocame .
Duerme y sueña contigo.
Conmigo no.
No pidas mucho, no tengo nada.
SOY NADA.
Mojate
Mojame
Limpia y ensucia.
Tomame...
Te quiero, pero no.
Confusión y caos en mi korasón.
Viaja.
Viaja por mi cuerpo...
Suma mis lunares
Yo sumare los tuyos.
Las constelaciones de tu cuerpo me llaman.
Hagamos
Hagamos todo y nada.
Salgamos de aquí juntos
Corramos somos libres.
NO.
¡Yo no quiero nada!
Tu compañía ...
Ya no
No sé
Me mareo y pierdo.
Bailemos un poco .
Salgamos de todo
Y vuelve...
Te extraño.
Vuelve a herirme
Vuelve a Mentirme
Vuelve a irte
Nuevamente .
          Luna acalorada.

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7mo Numero de ACEFALIA: Septiembre, 2014


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Camino hacia ninguna parte
Por una calle donde solo
Miro el suelo
En los ghettos, todas las calles
Y las vidas son iguales
Pero hay momentos en los cuales
Entre las calles y la desesperación
Me veo inmerso en el oasis de tus ojos
Hasta que el carnicero me toma del cuello
Y me hace volver hacia las calles que me llevan
Hacia ninguna parte
Donde solo llevo maletas vacías
Y un nudo en la garganta

Acompañado de un perro de ojos negros

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Entre botellas y vasos

Hace un par de días, en las usuales conversaciones entre botellas y vasos, había una mosca que volaba a mí alrededor. La mosca era muy molestosa, se posaba en mi nariz, en mi frente, en mis manos, definitivamente, estaba ahí para irritarme. De pronto mientras conversaba con mis humildes parroquianos, me acorde de la mosca, pues ella ya no fastidiaba como antes, por lo que disimuladamente miraba a mi alrededor para buscarla. En el fondo tenía un sentimiento que la extrañaba masoquistamente.


En fin, intente olvidarla, hasta que la vi muerta, ahogada en mi vaso de cerveza. Quizás se suicidó, porque después de reflexionar en la mierda, al igual que nosotros, llegó a la misma conclusión que nosotros. Estamos destinados al fracaso y a la perdición. Quizás también, la mosca no trataba de irritarme, simplemente me estaba avisando del fracaso de la civilización y tomó el camino más rápido para desaparecer, ahogarse en alcohol. Bueno, ahí en el vaso muerto yace un compañero al igual que nosotros, un vulgar y ferviente pesimista autodestructivo.

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Que más da

Que más da…
Luego de correr
Por las oscuras estepas
Iconoclastas del deseo crudo
Me detengo y veo a mi alrededor
Pero solo veo los grandes monumentos
De mi fracaso
Fracaso que tiene escrito con la tinta
Más real tu nombre,

El susurro de la derrota 

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Lobos a la deriva

Nos gustaría dormir en un mándala, para que nuestros sueños, se reflejen en las olas de la monotonía. Para que cada lobo irreductible lance sus inseguridades, y sepa que no esta solo en la manada de lobos refractarios. Somos muchos los que cada noche enarbolamos la rebeldía, sea en una esquina, en un penal o en un papel. Cada grito de guerra, es un fraternal saludo a todos los lobos.

Salud por ustedes

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Un grito

Un grito en el agua
Pero el agua es oscuridad.

No existe la forma en la que
pueda hablar con los dioses
Por que los dioses no existen

Nuestra ínfima existencia
se ve inundada de nuestros
fracasos matutinos.

La pesadumbre del ser
fatiga la felicidad de Belcebú
Pero Él tampoco existe,

¿Que será de nuestra respiración?
¿Que será de nuestros pulmones?
¿Qué será de nuestro higado,
si la pesadumbre del ser
y las conversaciones con los dioses
son delirios infantiles
de nuestra supervivencia?

Si nada existe
¿Existe el sinsentido?
No quiero caer en la demencia Solipsista
Pero cuando me
encuentro colgado
de la lampara de mi pieza
Escapando de los monos con dinamita

Mi corazón feliz
me dice que la
decadencia
es lo unico real

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Salud por los pequeños detalles

A veces siento que todas las noches son iguales, como si viviera en un eterno loop psicotrópico. Salvo por pequeños detalles, puedo percatarme que no me encuentro en dicho laberinto temporal. Pequeños detalles, los cuales te hacen sentir vivo, creo. Quizás son los efectos del alcohol, las drogas y otras sustancias que consumo cada noche perdida en lamentos delirios malsanos de los desperdicios de la sociedad. Incluso llegando más lejos con esto, podría decir que los psicotrópicos y estupefacientes, son los que te mantienen vivo entre esos lapsos de cordura y rutina mecánica. Si, precisamente ellas son las que te dan la vida, los psicotrópicos. Diría drogas, pero para mí es un término muy amplio. Si nos ponemos sofistas, por así decir, casi todo lo que nos rodea, son drogas. Desde un cigarro, un beso, un vino, una canción una felación, o un café, se podrían decir que son drogas. Después de todo nos cambian la forma de percibir la realidad.

Pero dejando de lado los conceptos y divagaciones, esos pequeños detalles nocturnos, son con los que puedo cerciorarme de que estoy vivo y no muerto en vida, atrapado por la rutina plástico-burguesa de la sociedad neoliberal.
¡Ojo! Al percibir esos detalles que te mantienen con vida, no necesariamente son agradables para nuestro placer. Muchas veces son desagradables, unas infernales pesadillas venidas de la imaginación de Dante. Pesadillas de las cuales no pierdes detalle alguno de lo que observas y sientes. En muchas ocasiones, estos delirios quedan grabados con fuego en la retina de tu memoria.
Precisamente quiero llegar a una de estas experiencias. No recuerdo, donde, cuando o como ocurrió. Pero de ocurrir, ocurrió. De eso estoy muy seguro.

Fue una de esas noches típicas de sustancias y brebajes venidos de la manga de Dionisio. Mientras me encontraba caminando en las esponjosas aceras de la calles, sentía como una sombra casi simiesca, se escondía entre las sombras de la noche. Yo estaba seguro de aquel individuo estaba por allí merodeando. O creo que era la paranoia de algún psicotrópico actuando por mí. No lo sé, Pero ahí estaba el oscuro simiesco acechándome.

Al intentar perderlo fui serpenteando por las calles, hasta que me encontré de frente con una anónima mujer. Bueno, no tan anónima. Inconscientemente, sabía que la había visto antes. Su cara alargada me era muy familiar.
Ella me sonrió y como un acto-reflejo, respondí con una sonrisa. Ella me habló, pero no entendí nada de lo que me decía. Sus palabras viajaban muy rápido. Sus palabras eran balas, las cuales dejaban a mi dopado cerebro desarmado.
Ella nuevamente me sonrió, me tomó de la mano y me llevo por las nocturnas calles periféricas de Santiago.
Las calles todavía seguían esponjosas. Cada paso que daba, sentía como mi humanidad rebotaba en el cemento, que ya a estas alturas era una mohosa esponja grisácea.

En un momento en las que saltaba como un conejo feliz en la calle, me vi repentinamente teletransportado a una estrecha pieza muy claustrofóbica. A momentos, pensaba seriamente que los dos no podríamos estar dentro de esa caja tan mínima de espacio, sin que colapsaran sus paredes.
Además de ser tan pequeña esa maldita caja de fósforos, la pieza era muy calurosa, demasiado. A ratos sentía que estábamos en alguna chabola del ejército Sandinista, perdida en las húmedas selvas salvadoreñas.

Para no morir asado ahí, me saqué la ropa. Cuando subí la mirada y vi a mi anónima compañera de andanzas, ella ya estaba desnuda. Como estúpido le sonreí, ella observo tal acto de torpea y rió sutilmente.
Mordiéndose el labio, se abalanzó sobre mí, como una fiera. Yo me veía asustado e indefenso, como un niño perdido en un supermercado.
En ciertas ocasiones pensaba que no era una mujer, sino en realidad era un Súcubo. El cual en cada chupón y beso con el que me comía, me succionaba la poca vida que me iba quedando a esas horas de la noche. Luego de varios minutos succionándome la vida, se dio vuelta, quedando así yo de frente a su vulva. Mi Súcubo quería pasar a las ligas mayores. Al ver semejante escena, mi dopado cerebro comenzó a reaccionar y le gusto.

A duras penas levante mis manos y las pose sobre ella. Pareció agradarle a este movimiento al Súcubo, ya que se movió como una serpiente, es decir, como la vil serpiente que es este maldito ser.
Cuando me dispuse a lamerle, me percate de un espeluznante detalle. La bastarda serpiente no tenía clítoris. En donde vería encontrarse su clítoris, ella tenía un sucio y amarillento ojo, el cual furiosamente me observaba. Esa inquisidora y humeda mirada me perturbaron demasiado. Temeroso por lo sucedido y por mi integridad física, comencé a palpar los alrededores del ojo. Esto pareció no agradarle al ojo, mientras tanto al súcubo esta acción, le agrado bastante, se cuerpo se contorsionaba con mucha mayor violencia que antes.

Cada movimiento que yo ejecutaba, hacía que el amarillento ojo se inyectara más de sangre y rabia. Para incrementar más el odio de esa iracunda mirada, no se me ocurrió nada mejor que tocarlo directamente. El pestañaba rábicamente, mientras que el súcubo se encontraba en un éxtasis contorsionista.

Cuando me aburrí de molestarlo, con mis manos me dirigí cuidadosamente a su cavidad vaginal, y me adentré en esa cueva. Quería verificar que allí no hubiera dientes.
Lo último que quería en esos momentos era que esa extraña criatura que infernalmente me observaba y deseaba mi muerte, me mordiera.

Al tocar y asegurarme que no existieran dientes, un gran alivio bajo desde mi cabeza hasta mis pies. Al no encontrarse con dentadura, la mirada de mi vaginal amigo, cambió. Del profundo odio que proyectaba, paso a una miraba de gran tristeza y comenzó a llorar. Un espeso pus de color amarillo comenzó a bajar desde su lagrimal hasta las nalgas del Súcubo.

Pocas veces he sentido empatía con algún ser con vida. Esa miraba me causo esa empatía perdida por los años, y sentí como la tristeza salía de la jaula de mi pecho. Recordé lo insignificante y miserable que somos todos

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#1

Me gusta lo vulgar.
Lo prohibido, me gusta lo que a nadie le gusta, lo que nadie quiere.
Soy lo que nadie quiere.
Lo que todo el mundo bota.
El ultimo pan en tu bolsa, vinagre y duro.
Me gusta la calle,
La noche.
En la noche todos somos lo que somos ratas.
En la noche estoy con mis medias rotas y mi sexo abierto.
Soy tan noctámbula, que la luz me apesta .
No voy a ningun lugar, solo me hundo en la miseria
No sigo un sistema
No sigo a nadie
Y nadie me sigue.
No me gusta que me aten
Ni atarme a nadie.
Mi libertad es tan sagrada como las mierdas que estan escritas en tu biblia.
Mi libertad
Mi sexo
Mi cuerpo y mi utero
Nunca han tenido dueño
Por que yo no soy dueña de nada ni de nadie.
Tu amor no es mio, menos tus besos.
Mi amor y mis besos son libres.
Mis palabras no tienen dueño.
Todos me toman
Todos me aman
Nadie me ama
Nadie me toma.
Yo te extraño, pero a ti te vale madre .
Como a mi.
Me gustan los libros viejos y sucios, los lapices sin tapa color rojo.
No me gustan los gatos, pero tengo uno.
La calle
Me gusta la calle,
La luz del semaforo
El motel y las sabanas sucias.
Tu boca con sabor a otra y tu ropa con olor a humo.
Me gusta mi andar perdido,
No tengo direccion.
Yo te quiero.
Pero no estas.
Soy una perra
        una perra con lepra
              dolor
Vomito y nauseas.
¡OH WEON AYUDAME!
a salir de acá
No. Mejor no.
Dejame sola.
Tal cual.
Con mi vulgaridad
Con mi soledad
Con mis grocerias
Con mis cafes
Con mis noches de insomnio
Dejame con la palabra en la boca .
Pero lejos ti.
                              Luna Acalorada.

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No te fijes en mi compadre.

No te fijes en mi compadre
Soy mala e inestable
soy una perra con lepra
una gata de mierda.
No sabría complacerte ...
Soy fría todo el tiempo
analítica a ratos
(silencios  y demonios en mi mente).
Compadre  no me busques
yo ya no soy, desaparecí
cambio como el clima del sur,
por que soy del sur.
Soy lluvia y barro en el cuerpo de una mujer.
De una mujer incompleta
que busca algo que no encuentra,
que alguna  vez tuvo todo y ahora no tiene nada.
Soy carne y hueso,
soy puta y me encanta serlo.
Soy noctámbula y cortante
a veces dulces, a veces agria
No me ames compadre.
No me quieras jamas.
por que no podría hacerte feliz,
digo groserías todo el tiempo y mis palabras vacías
te molestarían.
Mi sexo muerto no podría complacerte
no sabría como chupar tu pene
no sé gemir, ni masturbar.
Mis labios están tan asqueados cariño, que un beso mio
es como besar el suelo.
Por que yo no soy amor (aunque anhelo darlo),
no sé darlo.
Compadre no soy lo que  buscas...
(Soy lo que nadie busca)
Si buscas caos e inconstancia
amor bruto, amor tortuoso, amor a medias.
podríamos sentarnos a beber un vino
y llegar a un consenso
y si nos va bien...
Podríamos unir nuestros cuerpos
libres sin esperar nada.
Por que yo soy la nada buscando el todo.
Un conjunto de promesas sin cumplir  y sueños rotos.
Compadre escapa de aquí
            aquí no hay nada.
                                        Luna Acalorada.

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6to Numero de ACEFALIA: Agosto, 2014


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¿Qué es Acefalia?

Hace un par de días me preguntaron que era Acefalia. Quedé unos minutos pensando una respuesta, pero no pude responder.
Acefalia es nada, Acefalia, es la suma de potencias anónimas, gritando al unisono en el vacío. Acefalia son los versos al aire del poeta encerrado en la Peni. Acefalia son las dedicatorias románticas que Byron escribe en el baño publico. Acefalia es contradicción, Acefalia es nada. 


NUNCA FUIMOS

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Otro Riel Suelto


…lo intentaba, miraba las llamas que consumían los cerros de nuestro querido Valparaíso, e intentaba ver más allá de lo que tenía enfrente de mis ojos, y en medio de esa espesa humareda negra, se me aparecía una y otra vez el cuerpo torturado de Marta Ugarte, el mismo que el mar devolviera, contra todo plan de sus captores. Algo les había salido mal, muy mal, porque el valiente soldado CNI, que al ver moribunda la prisionera en el helicóptero del ejército, la estranguló con el mismo alambre que había sido usado para atar su cuerpo a un riel, para que su cuerpo permaneciera para siempre en el fondo del mar y nadie excepto ellos y sus generales claro, supieran de su muerte, ni de sus brazos quebrados ni de su columna vertebral quebrada, ni de su hígado y bazo reventado a golpes, todo esto en vida, según lo demostró posteriormente la autopsia, pero el riel se soltó y el mar la llevó a la playa y la expuso a plena luz pública.

Y veía las llamas y me daba cuenta que algo les había salido mal, que este era otro riel suelto que exponía el horror a la luz pública. No, no era solo el incendio, con todo lo brutal que este es, había más, había una vida entera sin agua, sin agua se imaginan una semanita no más sin agua, rodeado de basurales, con su olor que sube con el calor, o con la humedad, donde la palabra higiene es ridícula, deserción escolar, como algo natural, el alcohol tocando la puerta, y otros venenos también, y empieza a entreverse la pobreza, ese sabor que la vida no es tuya, que la vida queda más allá, en otro lado, que este mundo es ajeno, que como los ricos se han adueñado de todo, todo es privado, te han privado de todo, pero luego se empieza a vislumbrar que la pobreza es más que la carencia de lo material, que es mucho peor que eso, es crecer año tras año con ese sentir profundo de que la gente parecieran no ser tus hermanos, sino seres crueles porque tu dolor no le importa a nadie, y la visión de los ricos, te vuelve a mentir diciéndote que tus manos no están benditas, mira tu, que justamente las tuyas no estén benditas, que no pueden ser creadoras, te vuelven a mentir diciéndote que tus ojos no pueden comprender la grandeza de la vida, y al final es como la mujer que ha sido maltratada una vida entera, de una u otra forma se te va metiendo en la cabeza, una idea enferma, poco a poco te vas convenciendo que quizás la gente no sea tan mala, que quizás tienen razón, que quizás eres tú el que no vales nada. Y así la visión de los ricos de espíritu, lleva la injusticia hasta lo más profundo de tu alma, acorralado por la violencia de cada día, y poco a poco, tú mismo, ante ti mismo empiezas a negar tu propia dignidad y terminas aceptando la injusticia hacia a ti, como algo natural, porque la visión de los ricos se ha apoderado de tu alma, y te ha hecho renunciar a tu dignidad, y la vida, la vida, ese instante que no llega, personas como tú, como yo, cuya vida es un compás de espera, otros que se murieron aferrados a una esperanza que nunca llegó, se les fue su vida, su vida entera, ellos que tenían esa maravilla que es la vida, pero que la lluvia de la pobreza tantas veces convierte en apenas un sopor.


Un poco más allá




Al igual que el caso de Marta Ugarte, no se trata aquí de una maldad individual de sus torturadores y asesinos, aquí tampoco se trata solo del listado de autoridades que se robaron las arcas fiscales (según consta en el motón de juicios) o que hicieron oídos sordos a las urgencias reclamadas, en ambos casos se trata de algo mucho más amplio, de algo mucho más profundo, se trata de un sistema, estos no son hechos aislados, son un sistema que, considerando su insensibilidad, su indiferencia ante el horror ajeno que provoca, es claramente un sistema perverso, malvado, que lleva la brutalidad en su vientre, del cual la gran mayoría de los chilenos es incapaz de siquiera imaginar su crueldad. En donde infiernos como la posibilidad de que se quemen 2.000 casas y que no quede ni la huella de sus límites, es algo que simplemente no importa, esta fuera de la mirada de los ricos, de los dueños de este país, ante sus ojos los pobres no existen, no son tema de conversación, ni a tratar en reuniones, excepto claro como amenaza.





La Fábrica de Mentiras




Pero la verdad es otra. Valparaíso posee una larga historia de incendios, incluso hace dos años se llegó a poner por escrito en las actas de reunión Municipal, lleno de detalles cuantitativos, como le gustan a estos señores, la estimación de los basurales en toneladas, su cuantía incendiaria, su capacidad de infectar a la población, la estimación de roedores, la cantidad de operarios requeridos para una limpieza, la cantidad de camiones, su consumo de combustible, etc., etc., etc. ¿Que se hizo tras este diagnóstico matemático subrayado con rojo por el carácter de urgente?: nada, porque simplemente para la mirada de los ricos, los pobres no son nada, es bueno aclarar aquí que, cuando hablamos de los ricos, no necesariamente son los que tienen mucho, muchísimo dinero, incluso pueden ser personas que hasta tengan poco dinero, pero, pero tienen la misma visión de los ricos, porque aunque sean pobres tienen el mismo espíritu de los ricos, es decir estos son los ricos de espíritu, son el opuesto exacto de los pobres de espíritu. La médula del espíritu de los ricos consiste en que para ellos no existe nada más importante en el mundo que enriquecerse, es lo único que le da sentido a su vida, el dinero es su Dios, y el resto no merece mención. Según la mirada de los ricos no es rentable INVERTIR en los pobres, según esta visión no hay retorno de inversión, ningún ingeniero comercial de la Universidad Católica (la universidad por excelencia de los ricos) aconsejaría usar los recursos en algo tan poco visible, no es negocio ayudar a los pobres, ni tampoco rentable políticamente (nótese como el lenguaje de los mercaderes empieza a invadir el nuestro), los pocos recursos que recibió el municipio en este sentido, luego fueron destinados precisamente a “asuntos más visibles”, como reparación del ascensor y un museo. En eso quedó la ya precaria ayuda urgente.
Ahora que su miseria aparece ante nosotros, tal como apareció el cuerpo de Marta, flotando ante todos, expuesta a la luz pública, han hecho lo mismo que con Marta, encargarles a sus expertos en mentiras, a sus artífices científicos del engaño, que fabriquen una mentira para que oculte la verdad. En el caso de Marta, la dictadura montó de inmediato una campaña comunicacional con El Mercurio, a la cabeza, La Tercera, Las Últimas Noticias y La Segunda (están todos estos registros por escrito, incluso, años después, cuando todo el montaje quedó al descubierto, una periodista tuvo que terminar pidiendo disculpas, porque el fraude había quedado públicamente en evidencia) y las TV, es decir más o menos con el 90% de los medios de comunicación, (los mismos de hoy, los mismos de siempre, ¿porqué?, simplemente porque ellos son precisamente la voz de los ricos). En esa campaña los periodistas mintieron diciendo que se trataba de una bella mujer de unos 23 años (Marta tenía un poco más de 40) que había muerto producto de un crimen pasional, reduciendo por tanto sus alcances a asuntos personales, privados e intentando disfrazarla dándole un toque romántico, a lo que en verdad fuera un brutal crimen de la Dictadura de los ricos.
Con el incendio de los cerros hicieron lo mismo, el núcleo duro de la mentira que nos cuentan, y peor cuando no lo cuentan, solo la sugieren, eso que dejan subyacer como verdad obvia, el centro de esta mentira, consiste en instalar la idea en la mente de nosotros, que esto no es más que una lamentable desgracia y que, bueno, lamentablemente existen hechos fortuitos, situaciones que no se pueden controlar, es decir esto solo fue un accidente y solo nos queda conmovernos ante tanta desgracia y tener lástima de tanto pobre poblador que perdió hasta sus casuchas, así que bueno, es momento de darles limosna.





La Frágil Verdad
Y no era el azar
Por lo tanto la verdad se sabía, se sabía que era cuestión de tiempo que se quemaran los cerros, se sabía hasta el tamaño que podría alcanzar al incendio y cuando algo se sabe, y no se hace nada, lo que sucede no es por azar, por más que traten de echarle la culpa a Dios por su hado indescifrable.





Era el desprecio




Pero un riel suelto es un riel suelto y así como en el caso de Marta a pesar del gigantesco poder de mentira de este sistema, porque este sistema de repente da la impresión de que fuera omnipotente, que fuera perfecto invencible, pero es esencialmente frágil, basta apenas una pequeña fisura para que se cuele la verdad y la verdad aquí salió a flote y permitió conocer el paradero de cerca de 1.200 detenidos desaparecidos por la dictadura de los ricos (estos 1.200 son solo los detenidos desaparecidos arrojados al mar, el total son mucho más) y su autopsia develó los horrores vividos, esos que son inimaginables por los civiles pobres.
Ellos lo sabían y nada hicieron ¿acaso pagarán de alguna forma?, con cárcel, con dinero, o ante la opinión pública?. Veamos: ¿Cuál es la actitud de las autoridades? ¿Hay arrepentimiento, hay expresión de pesar?. Cuando la TV en directo, (de repente se les escapan algunas de estas cosas a la TV), no alcanzó a cortar y salió al aire la discusión del habitante que vive hace años en un campamento en los cerros, justo en el momento en el poblador le describe al alcalde UDI su miseria; ¿Cómo responde la máxima autoridad regional? ¿Queda sobrecogido por el dolor?, ¿ Lo descubre como su prójimo, le abraza y se inunda de amor por él?, … No, nada de esto ocurre, por el contrario, su respuesta no puede ocultar su desprecio, su respuesta fue: “acaso yo te mandé a vivir aquí", obviamente su respuesta está muy lejos de condolerse con el poblador, su decir solo va en la línea de librarse de responsabilidades, para él no es más que un problema, “un cacho” que tiene que sacarse de encima, porque su corazón ha escogido el velo del desprecio que lo ciega, inmunizándolo a comprender el dolor del poblador. Al igual que otra escena en vivo que se le paso a la TV, cuando un periodista, que haciendo gala de su total incomprensión de la realidad, le pregunta a un habitante sobre las cenizas de lo que fuera su hogar ¿Pero por qué ustedes eligen vivir aquí? La respuesta del poblador no es más que lo obvio “porque los pobres no elegimos donde vivir”, vivimos donde podemos” es cierto donde las sobras de los ricos se lo permiten, en esos lugares donde los ricos no vean ningún valor, en la parte de atrás de los cerros, donde aunque siendo puerto, no puedas ver el mar, en medio de basurales, donde no hay calles, donde no hay agua, ni luz, en esos lugares donde la idea de que llegue un carro bomba es burlesca. Y si ese terreno se urbaniza, se pone mínimamente más vivible entonces, entonces encenderá la codicia de los ricos y harán sus negocios, y los echarán a otro lugar peor, siempre habrá otro lugar peor.





La verdad Flota




Este también es un riel suelto y nos muestra la realidad de décadas de los pobres de Valparaíso, que no es muy distinta a la de los pobres de Chile y América Latina y del mundo entero. Y la verdad sale a flote y la verdad siempre es subversiva, porque derrumba las mentiras del sistema, pero nada peor que la humanidad para derrumbar este sistema inhumano, por eso cuando los jóvenes voluntarios irrumpen con su natural bondad, descubren la verdad, lo que las cifras esconden, es que lo que antes eran números ahora tienen rostro, tienen nombre, es Juan, es María, es Esteban, … y que la Estercita está asustada porque su casita ya no está, y como explicarle a sus apenas 5 añitos que ya no habrá más, porque a lo que muchos, muchísimos mirarían solo como una yaga inmunda, para ella era su mundito, su mami, su papi, que tenía una familia, una historia de privaciones, de dolor, con partes que cuesta mirar, que hay que reunir valor para verlas.



La Esperanza



Pero nuestra esperanza está en que los habitantes de los cerros, no recibirán solamente su mediagua y utensilios, también esperamos que al menos algunos hayan visto más allá y algo se haya aplacado el sabor de la soledad absoluta y el mundo quede un poco más dulce, al menos lo suficiente como para retomar su dignidad y liberarlos de la visión de los ricos y no renuncien a su vida.
Pero también es nuestra esperanza que con este nuevo riel suelto la verdad de la pobreza resplandezca por todos lados, que de los miles de voluntarios que vivieron esta verdad, al menos algunos regresen convertidos y ya no sea tan fácil para los voceros de la visión de los ricos confundirlos con sus mentiras de siempre.
El Gitano Rodríguez nos canta, “que una vez más el viento limpió la cara de este puerto herido”, ven entonces verdad, ven y llénanos de tu viento para limpiarnos a todos.
Esta es precisamente nuestra esperanza, que veamos su dolor, que la verdad, nos libere de la mentira, que nos humanicemos convirtiéndonos en prójimo.

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No tengas Miedo

No tengas miedo El perro ladra mas no te quiere comer Ven a ver conmigo Los filamentos de nubes como flamencos rosados en el atardecer Dame la mano y recorramos Hay pueblos desecados cuyo unico hilo de rio Es el espejo luciente de los suenos de una mujer Hay, te lo juro, montanas quebradas como las arrugas de una frente andina qué se estremecen con el canto de una sola flauta Anda, ven a ver, Sal al sol! Los desiertos floridos Las sombras recortadas El soplo de un viento que nada endulce El horizonte inmenso de un salar casi permanente No tirites, esta aquí habra que pasar frio, eso si o soportar calores polvorientos habra que buscar los pocos arboles de una pampa vacia Tendremos los rostros curtidos y la piel reseca Ay, no tiembles! Deja que pase ese escalofrio Tambien tiembla la tierra Mas no es de miedo Deposita en tu palma el meteorito logranito que es nucleo de planeta Cuando cansados bajemos de nuestras alturas Ya habra tiempo Para llegar a una ciudad serena y lenta Nos sentaremos alli en la arena y Te tomaré de la mano para contemplar En un crepusculo eterno, El Farol frente al mar

Hélène G

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5to Numero de ACEFALIA: JULIO, 2014


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Tiempos de Canibales

Tiempos de canibales
estamos viviendo
Tiempos de canibales
estamos soportando
Ni ahogando el llanto
en polvora mojada
con los más oscuros
brebajes de la nostalgia
no olvido el fantasma
de tu ser

Las risas se ahogan
en los brebajes
más oscuros de la nostalgia

Solo espero morir
en los tiempos de canibales
que estamos viviendo

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La cruda

Hace unas dos horas que me encuentro con el lápiz en mano, frente a una hoja, por supuesto en está en blanco. Hace un par de semanas, una bestia que se hace llamar mi amigo me pagó para escribir un artículo de 600 páginas sobre “la visión nihilista de la vida”. El muy bastardo es editor de una revista universitaria de filosofía, y en una de esas tantas borracheras en las que anónimamente me teletransporto de un lugar a otro,  pasándome por el culo toda ley de física o natural, o lo que sea, me ofreció un par de monedas para escribir sobre “la visión nihilista de la vida”. Todos esos bastardos universitarios me ven como bicho raro, una atracción más del freak soy, el nihilista por excelencia. Lo dejo claro, no soy nihilista, pero esos descerebrados me ven como uno. Cuando hacen sus antojadizas preguntas sobre alguna institución o algo por el estilo, riendo siempre esperan que les responda algún vomito incendiario contra dicha institución o que-se-yo-sobre-lo-que-preguntan.
Pero como iba diciendo, llevo un buen par de horas ahí sentado frente a la hoja, no sé qué escribir, solo pienso en frases incoherentes: un par de infantiles amenazas a la sociedad, mal cohesionadas. Tengo las ideas crudas, y el cerebro medio muerto. Debe ser porque no he dormido desde hace dos días, hace dos días que comencé a reventarme con todo líquido o sustancia que encontrase en mi camino.
Lo recuerdo como si fuese ayer, era un día hermoso, eso creo o recuerdo. Salí altivo de mi casa, me dirigí a la primera botillería que viera abierta y compré una lata. Luego me dirigí donde a la casa de un amigo, un antro de perdición. En ese momento no recuerdo nada. Quizás tenga el flashback de una que otra imagen dantesca, sobre lo ocurrido en aquellas horas o quizás ni siquiera fueron flashbacks de mi noche, quizás fueron alguna película que vi hace muchos meses antes.
Dantesco, no sé porque describir con esa palabra, esa suma de situaciones que fue aquella noche, cuando escucho dantesco, lo primero que se me viene a la mente es una bandada de periodistas hambrientos de crónicas amarillas y rosadas, malditos periodistas, todos ruines perros.
Lo único que si recuerdo bien, es que desperté de cabeza en un sillón, como pude me di vuelta, pero fracase, y caí al suelo… de cabeza. Me levante, sin mucha honra y salí hecho un bólido con nitrógeno en el culo, hacia mi casa. Debía escribir aquel artículo sobre “la visión nihilista de la vida”. Si lo sé, era una mierda de tema, pero dinero es dinero y de algo hay que vivir. Al salir de aquella cueva de perdición, el sol me quemo. Volví a la casa, entré al baño y me di un chapuzón en la tina, esperaba ahogarme. Estuve ahí buceando un par de minutos hasta que me di cuenta de que estaba rebalsando la tina. Me levante.
De vuelta en la calle corrí como si fuera un simio escapando de un zoológico, un simio corriendo hacia la libertad. Luego de una larga travesía por las calles de Santiago, me encontraba cerca de mi humilde chabola, solo faltaban un par de calles para llegar.
Ya más calmado, me encontraba cruzando una calle, precisamente por un paso cebra, vi a un chino en una camioneta blanca 4x4 avanzando hacia mí, pero no le tomé mucha importancia, había un paso cebra, debía parar. Pero el amarillo muy bastardo no paro y casi me atropella, lo miré y solo lo miré, avancé de nuevo para cruzar la calle y el bastardo de nuevo intento atropellarme. El resaca, luchar contra el tiempo, una mañana calurosa, una larga jornada de juerga y un chino en una 4x4, no es una buena combinación. Bendigo al sol. El chino bastardo tenía abajo su ventanilla, y entonces me vi en la obligación de regular el karma del universo, golpee al bastardo en la cara. El pobre solo reacciono acelerando su 4x4 y se perdió entre el tráfico y los vendedores de helados.
Continuando con mi camino, y tal como lo dicta la ley de Murphy, todo lo que puede salir mal, saldrá peor. Doblando por una esquina me encuentro, con el ser más fétido con el que me he topado frente a frente, era un bastardo de unos cien años, muy borracho. Creo que el muy podrido ya no debería ni tener un hígado. Tal como si fuera un bebé aprendiendo a caminar se acercó a mí y balbuceando me dijo algunas palabras. Por lo que pude entender estaba asaltándome, me pidió todo lo que llevara. Yo, ya venía cabreado por el chino bastardo y su 4x4. Lo miré fijamente, pero luego de reflexionar un par de segundos, decidí no golpearlo. Hacerlo era maldad pura, hasta para mí. La pobre bestia no podía ni mantenerse en pie sin ayuda, no podía pegarle. Por lo que seguí caminando mientras, mi gran amigo me seguía o hacía en intento abrazando las paredes, por lo que veía no se iría sin tener algún botín.

Al llegar a mi humilde hogar, solo a lo único que atine fue a dormir. Al despertar, lo primero que hice fue sentarme en mi escritorio e intentar escribir el famoso artículo sobre “la visión nihilista de la vida”, pero no puedo escribir, hay alguna fuerza que me lo impide. Creo que debe ser la resaca, o el calor o la ley de Murphy, o el desequilibrio del karma universal, por no haber golpeado al borrachín maleante que quería robarme.

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VERDE

Antes de comenzar cualquier verborrea sin sentido o cohesión gramatical, debo hacer una aclaración, TE NECESITO.

Como era de costumbre, en estos tiempos de juerga y trances psicotrópicos, esa noche, me encontraba caminando sin rumbo fijo con G (Lo denominaré G, sea o no, la inicial de su nombre, quiero que converse su anonimato, para mí, dentro de esta continua tortura que llaman vida, el anonimato es el bien más preciado que podemos tener, espero eso es otro tema, al cual no me quiero avocar a vomitar palabrería). Habíamos bebido un poco de cerveza antes, unas cuantas latas, necesitaba apagar las llamas de mis pensamientos, me estaban devorando. Mientras caminábamos hablando de borracheras pasadas, G sacó de su bolsillo un par de pastillas, digo, eran unas capsulas verdes. Las quedó mirando por un tiempo, sus ojos desorbitados, esos ojos de borrachos, intentaban comunicarme la maravilla que encerraban esas capsulas, pero no encontraba palabra alguna para decirlo. Luego de que sus tambaleantes ojos se concentraran en mí, me dijo: “tómalas, será un buen viaje”. Lo miré tomé las pastillas, las guardé y le respondí: “¿Es clonazepam?” “¿Cuándo tengo que tomarlas?”. El vil simio me contesta riendo: “No… no es clonazepam, no es nada que hayas probado antes… Tú ya sabes cuándo tomarlas”. Levante cabeza rápidamente y un poco aturdido, y como si fuera por arte de magia me vi en medio de las luces los edificios del centro de Santiago, sentía como las ventanas de aquellas pajareras me devoraban. Me despedí de G, él se fue por los pequeños pasajes que se esparcen entre aquellos edificios, por mi parte fui, como pude hasta mi casa.

Al día siguiente desperté podrido por la resaca, tenía que llegar como fuera a trabajar. Al llegar a mi trabajo, no encontré nada mejor que tomar esas pastillas, “era el momento”, lo sabía, mi cuerpo lo sabía. Tomé una con un poco de agua, esperé un par de minutos, creo que fueron unos 15 minutos, pero no hubo efectos. Decepcionado por el viaje que nunca llegó fui a laburar. En una pausa (podría decir que fue unas dos horas después de tomar esa capsula), Tomé otra pastilla, al igual que la primera, esperé un par de minutos, sin que viniera el gran viaje. Volví a lo mío. En esos momentos quería putear a G, por sus falsas prometas psicotrópicas. Volví a parar (creo que esta nueva pausa fue a la hora después de tomar la segunda capsula). Paré para tomar dos pastillas, no podía quedarme ahí lucido, me resignaba a quedar lucido. Fui a seguir con el trabajo.

Hora de almuerzo. Como era de mi costumbre, me encontraba sin dinero para comprar algún comestible, por lo que salí a dar algunas vueltas por el parque y disfrutar del día. Cuando me encontraba caminando por el parque, se me adormecieron las piernas y los brazos, la vista se me nublo… Mierda, el viaje viene… tarde pero, llegó. Como pude me senté en el pasto y me quedé dormido o me desmayé, no lo sé.


Desperté al rato (no sé cuánto tiempo estuve ahí inconsciente), el despertar fue lo más agradable que tuve, el viaje, el precioso viaje, ni mil orgasmos anónimos se le comparaban. G nunca me fallas. Esas pastillas me llevaron a flotar en los mil mares perdidos de los cuentos de infancia.

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Encontrándome frente a una hoja en blanco,
O despertando podrido en una cama anónima,
El vacío, me exaspera.
Los planetas, los cuerpos y las pieles chocando,
El sinsentido…
Las palabras se traban.

¿Tengo que seguir?

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ERA UNA PROFECIA
Perdónenme
La cruda, la resaca.
PERO
Extraño esos lugares,
Me gusta estar al lado del camino
Por el ancho camino
Errante
DE GALA
Con su borgoña
CON sus Mostacillas 
Con la inseguridad social
 ¡Necesitamos devenir anónimo!
Solo de arder el fuego es sólo humo

No sé escribir de Corazón.

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Historia de Chile (o penal de Jarita)

Asumo la condición
de un pueblo vapuleado
aunque no me pertenezca
y hago la aclaración
(por si quedaran dudas).

/////////////////////////////////

El patio dónde
se desaliñó el partido
lleva tiempo partiéndose
en la miseria absoluta.

/////////////////////////////////

Aún así
Jarita sonríe
antes de patear el penal.

/////////////////////////////////

Jarita sonríe
Sonríe con inocencia
INOCENCIA
que yo no conozco
ni ustedes nosotros
inocencia
oculta
la raíz pura
de la perversión actual

////////////////////////////////

Y sí:
son de las pocas alegrías
que nos quedan.

/////////////////////////////////

Ahora, pido de antemano
el silencio de los cerdos
-intelectuales-
practicantes de otros deportes
y algunos idiotas
que levantan el mentón y dicen:
"Hay cosas más importantes
que el fútbol"

/////////////////////////////////

No me revienten el oído
con su educación gratuita y de calidad
con su discurso
en salones calefaccionados
asistentes ordenados y perfumosos
(o en su defecto
rebeldes con peinados extraños
y portadores de
libros sociológicos europeos)
No son más que ustedes mismos
jugando a jinetear sin haber visto un toro.

//////////////////////////////////

Historia de Chile o Penal de Jarita
la sonrisa de los mismos
ante la respuesta de siempre
el palo, la risa, burla, decepción:
la criminalización;
el show de la tristeza.
Creer que se le puede ganar la batalla
a un gigante invisible
en una lucha imaginaria
donde un cuerpo asume la condición de pueblo
y todo se resume luego
en la nada.

///////////////////////////////////

Aún así
años después
vuelve a sonreír.

/

Yo se que al final
ganarán

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EL SUICIDIO EN LA TELE


I

Preguntaaa número 1
(EEEEEEeeeeeeeeeeeeeee)
-¿Por qué es deplorable el suicidio?

a) Por que solo Dios da y quita la vida.
b) Por que es una actitud cobarde y egoísta.
c) Por que no ayuda al crecimiento y construcción de un país.
d) todas las anteriores

¿!Qué dice el concursante?!!! Por 50 lucas!!
-¿Hay comodín telefónico, Don Francisco?

II

-En el próximo bloque
hablaremos de un tema que es muy importante
para usted que está en la casa:
el suicidio.

//

-Y bueno estamos de vuelta de comerciales para hablar con el psicólogo
Luciano Vega
un aplauso.
-!Hola Luciano!
-Hola Karen, Buenos Días.
-Cuéntanos Luciano, qué es esto del sucidio,
para las damas que están cocinando y viéndonos
a lo largo de todo Chile.
-Bueno Karen, primero decirte, que Chile es el país
con más altos índices de suicidios
en Latinoamérica.
-¿A qué se debe esto,
Luciano?
-Lo que pasa es que la gente anda con muchas cosas
en la cabeza
preocupaciones
que terminan en depresiones
y depresiones mal cuidadas
terminan en suicidios
y otras cosas.
-Es como los resfríos mal cuidados.
-Claro.

III


Luego vienen los comerciales
se interrumpen por una transmisión presidencial
la Presidenta va a hablar
de la DEPRESIÓN

o dispersión

económica




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SOMOS

Nunca fuimos ni nunca nos iremos. Somos sombras nómadas que acechan desde la oscuridad de tus más profundos sueños. Somos los saboteadores de las letras. Somos los hijos bastardos de la poesía de baño. Somos los piratas del estigio. Somos vidas refractarias azotando tu moral burguesa. Somos todo, Somos NADA.

Somos la NADA CREADORA

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Incendio

A centímetros de tu rostro
veo como dos meteoritos
se me acercan
y tras un beso
estrellan su núcleo
en éste cuerpo helado
incendiando así
mis días invernales.

Inmediatamente
mi existir comienza a arder.
No lo cuestiono
y con llamas en mis brazos
te envuelvo entera
parezco un universo
arropando a una
estrella aturdida
perdida en la infinitud.
Y tú, liebre entumecida,
no opones resistencia
y te dejas quemar
al mismo instante
en que ambos lentamente
nos dejamos consumir.

Un rojo titilante
nos rodea
buscas mi boca
entre humo
de rosas derretidas
y la encuentras
y la sientes
y la fundes
con tu alma;
encendida
como el crepúsculo
del génesis
que acabamos
de pintar.

Christian Hennings

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Corazón Extraterrestre

Ser sensible, avanzas escapando
de la ácida sociedad que derrite tus días
como el ineludible fuego que consume la mecha del existir

Vives con pálido glaciar dentro de tu pecho
y lloras como algún cachorro callejero 
envuelto por el azul frío del clima y del abandono.

Naciste póstumo, ardiendo en el invierno,
condenado por tus sentires desde el inicio
y por un alma rebosante de llagas verdosas hasta el final

Eres el corazón extraterrestre del planeta sin semblante
aquel que busca luz y lo vomitan las sombras,
aquel que busca amor y lo masacra la soledad. 


Christian Hennings

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Delirio a la oda

Pegasos celestes ríen al fondo del lago
tocan la superficie, miran a la humanidad y gritan:
¡qué no los mutile el límite, buenos vividores!

Delirante, tú eres uno de esos.

Habitan y vuelan en eternas mentes sin paredes,
jamás han temido al precipicio de la muerte
y siempre han aconsejado a lampiños primates

Poeta, tú eres uno de esos.

Sublime es el delirio de los caballos alados
aman la lectura, la aventura, los amores
los versos, el desorden y la locura
¡barreras en ellos no existen!

Irreverente, tú eres uno de esos.

Mas cada vez hay menos,
desaparecen pegasos y por ende
la lectura, la aventura, los amores,
los versos, el desorden y la locura
¡pocos quedan pero quedan!

Soñador, tú eres uno de esos.

Pero ahora me dices que no lo eres,
ahora comienzas a dudar de mi afirmación
entonces te susurro despacio
para que me escuche bien tu subconsciente
de que si embriagas tu alma con poesía
cazas historias para cenar en el futuro
canalizas estos versos por completo
y tu único miedo es algún día llegar a sentir miedo

Entonces no quedan dudas
amigo mío, tú eres uno de esos.


Christian Hennings

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En tus ojos

En tus ojos,
cementerios verdosos,
estancaría la evocación
hasta volver hueso mi pesar

Reposando incontables temporadas
dentro de tus cuadriláteros de esmeralda
que deslumbran sobre el sol.

Christian Hennings

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Reflexión a las Alturas

He escalado una estatua muy alta 
y me he sentado bajo los pies de un guerrero 
lo observo con detenimiento, 
e intento codificar el mensaje que me anhela transmitir. 

Su mirada es tan rígida 
como un cuerpo del Olimpo
pareciera que sus imponentes extremidades 
se burlaran de su miserable condición de gárgola condenada al futuro.

Me levanto de donde yazgo 
y me acerco al combatiente 
enfocando mi mirada 
a las diagonales invisibles que emanan sus duros ojos de metal. 

Y veo una ciudad desde las alturas 
una ciudad que convulsiona botando blancas espumas por los cielos
mientra las ácidas hojas 
de un otoño contaminado
no tardan en caer al vacío. 

Y veo también pasos angustiosos 
de gente que viene y va 
seguramente a exprimir sus sesos en licuadoras laborales 
o a llenar sus corazones 
con las cenizas de algún habano burgués.

entonces entiendo tu mensaje, 
guerrero amigo:

Cuando la ciudad te invita a su agonía, 
la mejor opción es petrificarse.


Christian Hennings

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Tedio

Las pupilas me estallan, intento concentrarme, pero no puedo. Tengo la vista nublada, la falta de inspiración me consume, mi quimera, mi manticora. Hace semanas que no puedo dejar fluir las palabras, ellas mueren en mis manos, en mi boca. ¡Maldita sea la efímera inspiración que se esfuma entre las calles y el porro! Desperdicio de tiempo, desperdicio de vida, vidas refractarias. No hay abasto de inspiración y palabras para tanta acción ¡Salud por las ratas hurgueteando en la oscuridad! ¡Salud por la anónima rebeldía!

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Lo Unico    Que Tengo
       domingo
 vacio
¿Donde están las palabras?
  yo solo quiero
      vagar
                varado
En             Madrugada
no me canso
de           llegar muerto
Al           bruxismo      de TU      Cuerpo
háganse                las tinieblas
perdiento     el tiempo
háganse las               cabeza
                 todo el tiempo
Más sueño
que ganas de vivir
háganse las              LAGRIMAS

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Sigue en LA Alameda
EN                       una habitación          LIBRE
pero
EL                     caos individual
ES UN
Épico retrato
vamos de NUEVO
por la        lluvia eterna
de la FUGA
en un ghetto
APOSTAMOS                    nuestras
Cartas
           no te demuestro mi cariño
porQUE
hacemos            lo QUE solos no podemos
espiritualmente

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Bébeme El sistema SOLAR
Los ojos, los labios y los pómulos
                           Del tiempo y EL ESPACIO
la vida es UNA temporada de OTOÑO
En               El            infierno
y el cuerpo UN teatro
de un caos placentero
No hay 
más
                   SUEÑOS
                             de vidrio
Con
           INVIERNO
                   DE
                       Ilusiones cotidianas

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