Nada sobre la Nada

Publicado el 07 octubre 2014

El Estado, como las leyes e instituciones se constituyen y justifican sobre si mismas, no existe argumento exterior a ellas que pueden justificar su existencia. Por lo tanto, su creación espontanea surge de la nada, su esencia es la nada, por ende siempre serán nada.
Dentro de ese desastroso festín de superfluos conceptos y valores de la moralina judeo-cristiana, existe una amalgama de aquellos valores que mutilan al individuo. En esa categoría entra el sedante llamado tolerancia o respeto.

ACEFALIA
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