A la víspera de las próximas elecciones y analizando toda la
controversia que se genera al decidir si votar por los dos candidatos de
siempre, por la posible alternativa o el voto en blanco, es entonces pertinente
comparar la táctica del voto con otras tácticas que para efectos de este
artículo llamaremos de forma colectiva como: “acción directa”.
Votar – Así sea que usted esté votando con un tarjetón para
que un político lo represente, votando con sus pesos por la empresa de su
agrado, o votando con su imagen por su cultura juvenil favorita, “votar” es un
acto de aplazamiento, escogiendo otra persona, sistema o concepto para que
representen sus propios intereses.
vs.
Acción Directa – Dicho de una manera simple, esto quiere
decir actuar de modo directo para suplir sus necesidades, ya sea sola o con
otras personas, sin buscar un representante, sin escoger entre las alternativas
previamente elegidas por otros. Actualmente, el término es comúnmente usado
para denotar los esfuerzos utilizados en poner presión a los gobiernos y a las
corporaciones con tácticas ilegales de protesta (que conceptualmente no son tan
diferentes del acto de votar, ya que usted todavía está pendiente de los
poderes existentes…), pero la acción directa también describe modos de
actuación, que recortan enteramente al “hombre del medio” y resuelven los
problemas de forma directa.
Ejemplos: Usted puede darle dinero a una organización de
caridad que alimenta a los hambrientos, o usted puede iniciar su propia olla
comunitaria, alimentando a otros y de paso a usted mismo. Usted puede escribir
una enfurecida carta al editor de una revista que no le da buenas reseñas a los
discos que usted creen que importan, o usted puede crear su propia revista y
hacerla del modo que usted considere mejor. Usted puede votar por un alcalde
que promete empezar un nuevo programa para ayudar a la gente sin hogar o usted
puede ocupar edificios vacíos y abrirlos a modo de vivienda gratis para
cualquiera que lo necesite. Usted puede escribirle a un Congresista para que
vote en contra de la ley que le permite a las corporaciones cortar antiguos
bosques… pero si de todos modos aprueba la ley, usted también puede ir al
bosque y parar la tala sentándose en los árboles, saboteando maquinaria y
atrayendo la atención pública hacia este tipo de actividades.
Votar es una lotería. Si su candidato no es elegido,
entonces toda la energía que usted gasta apoyándolo es echada a la basura, del
mismo que el poder que usted pensaba que el ejercería en su beneficio, se
dirige hacia otra persona. Con la Acción Directa usted puede estar seguro que
su trabajo ofrecerá algún tipo de resultado.
Votar delega el poder de toda la sociedad a unos pocos individuos, hace que
todos se acostumbren a depender de esta élite. En la Acción Directa, la gente
utiliza sus propios recursos y poderes, y de este modo descubren lo que estos
son y cuanto pueden lograr.
Votar fuerza a que todo el mundo tenga que estar de acuerdo con una sola
plataforma. En la Acción Directa no se necesita un vasto consenso; diferentes
grupos pueden aplicar distintas aproximaciones de acuerdo con lo que ellos
creen y se sienten confortable haciendo.
Votar es sólo posible en tiempos de elección. La Acción Directa puede ser
aplicada cuando usted quiera y en el lugar que usted desee.
Los conflictos alrededor del voto constantemente distraen los verdaderos
problemas que se encuentran sobre la mesa, a medida que las personas son
absorbidas en el drama de una partido o un candidato contra otro. Con la Acción
Directa, los problemas mismos son sacados a flote, tratados específicamente y
frecuentemente resueltos.
Votar es glorificado como “libertad” en acción. Pero esto no es libertad –
libertad es poder decidir lo que las posibilidades deben ser en primera
instancia, no escoger entre lo que ya está presupuesto: por ejemplo entre Pepsi
y Coca-Cola. Por otro lado, la Acción Directa es la cosa verdadera. Usted hace
el plan, usted crea las opciones, el cielo es el límite.
Últimamente, no hay razón para que las estrategias de Voto y Acción Directa no
puedan ser aplicadas simultáneamente. Una no cancela a la otra. El problema es
que demasiada gente piensa en el Voto como su primera y única alternativa para
ejercer poder político y social. De esta manera un tamaño desproporcional de
tiempo y energía es gastado deliberando y debatiendo en como votar, mientras
que otras oportunidades para lograr cambios a través de la Acción Directa son
desechadas. Acuérdese de que otras maneras puede lograr que su voz sea oída. –
B.